Nuestras pinturas están coloreadas con pigmentos naturales y orgánicos. Esto significa que todos los pigmentos proceden de la naturaleza. Estos pigmentos contribuyen a los requisitos de durabilidad y calidad que exigimos a nuestros productos.
La diferencia entre pigmentos naturales y sintéticos radica en algo más que el nombre. Los pigmentos naturales y orgánicos son mucho más complejos que los sintéticos. Como resultado, los colores tienen mucha más profundidad y se funden con el resto del interior. Así que siempre se puede encontrar una combinación. Los pigmentos naturales alcanzan un espectro que los colores sintéticos no pueden alcanzar.
¿Cómo funciona? Pues así:
Imagínese que pasea por un campo y a su alrededor hay flores de colores en verde, azul, blanco, rosa, amarillo y morado. Coges un ramo y lo pones en un jarrón. Todos estos colores encajan a la perfección, no hay ninguno que desentone. Esto se debe a que la naturaleza une los colores. Lo mismo ocurre con los pigmentos.
Imagina que pones un montón de vasos de plástico de colores uno encima de otro. Rápidamente se vería áspero y chillón; los colores no se mezclan bien. Lo mismo ocurre con la pintura coloreada con pigmentos sintéticos. Los colores pueden resultar muy chillones y desentonar con rapidez.